Podredumbre apical

Alternaria tenuis

El primer síntoma para un diagnóstico precoz es el «amarilleamiento» zonal del tomate, seguido de un ligero aplastamiento del fruto. La típica mancha necrótica se presenta normalmente visible en la zona apical y aunque es poco frecuente, pueden encontrarse tomates con zonas afectadas de podredumbre en el interior del fruto y sin signos externos visibles. Este accidente fisiológico también puede afectar al pimiento. El síntoma externo en tomate (y pimiento) se presenta y evoluciona así: al principio la zona apical se torna blanquecina, se deshidrata y se hunde; el color se vuelve marrón claro que va oscureciéndose y, finalmente, la zona se necrosa y se endurece. Internamente la primera fase es de ahuecamiento, seguida de hundimiento y necrosis. En la berenjana también se ha observado este problema. A1 exterior sólo presenta una zona hundida y blanda, pero no decolorada (como si se hubiera presionado con un dedo) y bajo la corteza se encuentra una inclusión de forma ovalada con la típica podredumbre