Babosa

Deroceras reticulatum

Carece de la concha protectora que presentan casi todos los moluscos, sin embargo posee una especie de escudo en la porción anterior y dorsal de su cuerpo donde se encuentra un agujero que permite la entrada del aire hasta el pulmón rudimentario que le sirve para respirar. El cuerpo es blando y de forma oval pero cambia de forma cuando se contrae y estira mientras el animal se desplaza.
En la parte anterior posee cuatro tentáculos que se encogen y dilatan, siendo dos mayores que los otros dos. En el extremo de los posteriores se encuentran los ojos.
La región ventral posee un pie que le permite la locomoción (pie ventral). Cuando el animal se desplaza sobre una superficie, su cuerpo expulsa a la menor contracción un humor gelatinoso que sirve para adherirse a la superficie de apoyo que recorre. Esta baba (de ahí el nombre de babosa con que vulgarmente se conoce) se seca rápidamente dándole un aspecto brillante que indica el rastro que siguió el molusco.
Son moluscos gasterópodos sin caparazones, en contraste con los caracoles, que tienen una prominente concha. Su piel es rica en glándulas que segregan mucus que les facilita el desplazamiento.